En alianza con Fundación Moisés Bertoni, Coca-Cola Paresa acompaña el proyecto “Favorecimiento de la Recarga de Acuíferos en la Reserva de Biósfera del Bosque Mbaracayú”, una iniciativa que transforma la vida de 160 familias agrícolas y fortalece la conservaciónhídrica en la Reserva de Biósfera del Bosque Mbaracayú.
Villa Ygatimi, departamento de Canindeyú, diciembrede 2025.- En el corazón del Bosque Mbaracayú, donde la naturaleza marca el ritmo de la vida y el agua define la producción agrícola, unos 160 pequeños productores están transformando sus fincas a través de un modelo sostenible que protege el suelo, mejora la infiltración del agua de lluvia y fortalece la resiliencia de las comunidades rurales.
Este avance es resultado del proyecto ejecutado por la Fundación Moisés Bertoni, en alianza con Coca-Cola Paresa, que busca promover prácticas agrícolas regenerativas en la zona de influencia de la Reserva de Biósfera del Bosque Mbaracayú, uno de los ecosistemas más valiosos del Paraguay en un área de 674 hectáreas.
Cuando el suelo vuelve a respirar: prácticas que marcan la diferencia
En cada finca visitada se observa un cambio importante: la tierra empieza a recuperar su capacidad natural de absorber agua y sostener cultivos saludables. Las prácticas implementadas —siembra directa, curvas de nivel, cobertura verde, rotación de cultivos, barreras vivas y zanjas de infiltración— actúan juntas para proteger el suelo y mejorar su rendimiento.
Estas técnicas permiten que el agua de lluvia penetre en el terreno en lugar de escurrirse, que el suelo conserve más humedad y que la erosión disminuya. Como resultado, los productores ven parcelas más verdes, cultivos más fuertes y suelos más blandos y fértiles, incluso en épocas de menor precipitación.
Tres historias que muestran el impacto del proyecto
Victorino Toledo — Dejar que el agua vuelva a entrar
En sus 5 hectáreas de finca, Victorino decidió cambiar la forma de trabajar su tierra. Hoy, 1,5 hectáreas están comprometidas al proyecto y cuentan con 300 metros de zanjas de infiltración, estructuras que capturan el agua de lluvia y frenan la erosión.
Dejó atrás la maquinaria pesada y adoptó la siembra directa, permitiendo que el suelo conserve su estructura, acumule más humedad y mejore su fertilidad. El cambio se nota: el terreno está más suelto, los cultivos son más estables y la finca rinde de manera más pareja durante todo el año produciendo maíz, mandioca, poroto y maní, ycon la ganadería familiar complementa los ingresos del hogar.
Victorino lo resume con una frase sencilla pero poderosa: “La tierra descansa mejor, y uno lo ve en la producción.”
José Silvestre Ayala — Diversificar para crecer
José Silvestre integra en su finca un mosaico productivo: hortalizas, yerba mate, frutas, autoconsumo y pasturas.
Gracias al acompañamiento técnico mensual, fortaleció la conservación del suelo y mejoró la producción de hortalizas y granos. Hoy cosecha maíz choclo, poroto, maní, cebolla de bulbo, frutas y hortalizas con mayor regularidad.
Cuenta con 0,5 hectáreas de tierra en regeneración natural, donde la vegetación vuelve a cubrir el suelo. Su finca es un ejemplo de cómo el manejo adecuado puede aumentar la productividad sin degradar la tierra.
Javier Villalba — Tecnología y conservación de la mano
Javier es productor mecanizado de la comunidad María Auxiliadora. Implementa 10 hectáreas de siembra directa con rotación de abono verde, soja, maíz y chía.
Además, mantiene 3 hectáreas de pasturas diseñadas para promover la infiltración hídrica.
«Incluso cuando llueve menos, el suelo conserva humedad. Eso antes no pasaba», afirma.
Desde su incorporación al proyecto, su producción se volvió más estable, redujo el uso de maquinaria y mejoró la salud del suelo gracias a insumos y acompañamiento técnico proporcionados.
Pedro Sanabria, técnico de Desarrollo Territorial de la Fundación Moisés Bertoni y líder del proyecto, destacó que estos sistemas generan beneficios directos en la fertilidad del suelo y en la productividad de las fincas: “Los productores se benefician porque el agua de lluvia se infiltra en el suelo, y bien sabemos que el agua facilita toda la actuación de los microorganismos para la descomposición de la materia orgánica. Eso hace que el suelo sea más fértil, por eso se obtienen producciones de mayor calidad y cantidad.
Esta iniciativa forma parte de los esfuerzos de Coca-Cola Paresa y la FMB para promover modelos de producción que protejan el suelo, fortalezcan la economía familiar campesina y contribuyan a la conservación de los recursos naturales en la región de la Reserva de Biósfera del Bosque Mbaracayú, área que rodea una de las últimas porciones significativas del Bosque Atlántico del Alto Paraná en Paraguay.
El programa
Desde el año 2017, Coca-Cola Paraguay en alianza con la Fundación Moisés Bertoni han impulsado este programa en el marco del compromiso de la Compañía Coca-Cola de devolver a los ecosistemas y a las comunidades el equivalente al 100% del agua que utiliza para la elaboración de sus productos. Se promueve la implementación de sistemas de siembra directa en fincas de pequeños productores que viven en el área de influencia de la Reserva Mbaracayú con el objetivo de facilitar la infiltración de agua de lluvia en la zona.
La implementación de este sistema consiste en dotar de recursos, capacitación e insumos a pequeños agricultores para mejorar sus capacidades productivas en sus parcelas.Desde su implementación, son más de 400 familias de pequeños agricultores quienes ya implementan el sistema de siembra directa gracias al Programa.
Esta iniciativa no solo busca mejorar las condiciones de conservación del agua y de recarga de acuíferos en la zona de la biosfera de Mbaracayu, sino que busca también promover buenas prácticas agrícolas que mejoren las condiciones económicas de pequeños agricultores de Villa Ygatimi.