El King Of King comentaba lo siguiente; durante dos semanas vi sangre cuando iba al baño… y me callé. No quería preocupar a nadie, pensé que era deshidratación. Seguí trabajando, ignorando las señales de mi cuerpo.
Pero el problema no desapareció. Cuando finalmente decidí hacerme exámenes, recibí una noticia devastadora: tenía cáncer en el riñón. Mi tumor medía 2mm y si crecía solo 1mm más, pasaría de etapa 1 a etapa 3. Después de eso, los médicos no podían asegurar mi supervivencia.
Lo más increíble es que durante tres años trabajé al lado de la máquina que me salvaría sin saberlo. La resonancia que descubrió mi cáncer estaba en el edificio junto a mi oficina. Dios me tenía todo preparado, solo tenía que darme cuenta a tiempo.
Mi esposa fue mi pilar en todo momento. Le entregó mi vida al cirujano y le dijo: «Haga lo que tenga que hacer, pero necesito que me lo devuelva. Hoy, gracias a Dios, estoy completamente sano y con una nueva oportunidad de vida”.